El pectus excavatum del niño deriva del hundimiento del esternón y puede llevar asociado una disminución más o menos importante de la capacidad respiratoria. Su corrección, en caso de ser necesaria, suele ser quirúrgica. El pectus carinatum, por el contrario, consiste en una protusión del pecho y su patología, generalmente leve, responde muy bien al tratamiento ortésico. En ambas dolencias, de carácter congénito, las repercusiones estéticas pueden ser importantes, llegando a producir, en ocasiones, efectos psicológicos de consideración. Esta publicación es meramente divulgativa. En caso de duda, consulte con su médico.
Ignacio Nájera. Gerente de ortopedia Orto-Center. Madrid