Comer bien sin engordar no es sólo un problema de cantidad sino también de calidad. La moderación en la comida es la regla de oro para todo tipo de alimentos. Hay un refrán que dice que “con exceso es mala hasta el agua”. Pero debemos estar muy en guardia respecto de la calidad de aquellos alimentos que tomamos. En esta ocasión nos proponemos hacer un recordatorio no exhaustivo de aquellos alimentos menos interesantes, que con la debida licencia literaria llamamos “los villanos de la nutrición” porque son auténticos portadores de obesidad.
¿CÓMO EVITAR LA OBESIDAD?
LOS REFRESCOS AZUCARADOS
Son el enemigo público número uno. Conocidas marcas de refrescos americanos llevan en un solo vaso 10 cucharadas de azúcar. Provocan obesidad y diabetes tipo 2. Muchas personas adelgazan muchos kilos quitando sólo estas bebidas de su dieta.
LAS FRITURAS Y REBOZADOS
El aceite de oliva es un sanísimo alimento pero cuando se calienta a más de 90 grados se desnaturaliza y pierde sus propiedades. Los alimentos fritos absorben este aceite volviéndose más calóricos. Si el alimento, además de frito es rebozado combina grasa mala y pan, convirtiéndose en una bomba calórica y en una fuente de obesidad. Es mejor consumir alimentos cocidos al vapor, a la plancha, horneados o asados. El aceite crudo por favor.
LAS SALSAS GRUESAS
Las salsas harinosas o con exceso de grasa tienen la extraña virtud de convertir en insanos alimentos sanos como las pastas o las ensaladas y fomentar la obesidad.
Es un potenciador de sabor que convierte en sabrosa casi cualquier cosa. En sí mismo no es pernicioso pero sirve para darnos el gato por liebre.
Si juntamos estos cuatro primeros villanos nos da como resultado un HAPPY MEAL: patatas fritas en aceite requemado desnaturalizado, ensalada cesar (en principio sana) con su pollo frito rebozado y su salsa gruesa hiper calórica. Bebida edulcorada en tanque de un litro. Hamburguesa cuyo pan ha sido tostado con grasas trans y cuya carne, atiborrada de glutamato, nos pide que nos tomemos otra. Si quieres ser obeso primero y diabético después, come todos los días en… ¿ya sabéis el nombre, verdad?
LOS NO TAN VILLANOS…
LOS PLATOS PRECOCINADOS
Incluso cuando se asemejan a la comida casera, no pueden compararse con esta porque tienen muchas menos vitaminas y nutrientes y llevan añadidos grandes cantidades de azúcar, sal, conservantes y grasas de baja calidad. Son malos para comerlos de continuo pero están bien para salir del paso de vez en cuando: una fabada o unas lentejas de lata nos pueden resolver un día de campo etc…
LAS GRASAS SATURADAS
Son las grasas sólidas a temperatura ambiente: es decir las grasas animales. De estas hay que comer un poco porque el colesterol es necesario para la vida. Mi consejo es que comas pocas pero muy buenas. Un día por semana date un homenaje con un buen chorizo ibérico o un poco de queso de oveja curado!
La lista es forzosamente incompleta pero espero que os valga… y en cualquier caso, Infórmese con su médico de cabecera o su nutricionista.
Ignacio Nájera García-Segovia Gerente de ortopedia, Orto-Center, S.L
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