Ignacio Nájera. Gerente de ortopedia Orto-Center. Madrid
Ignacio Nájera. Gerente de ortopedia Orto-Center. Madrid
Existen muchas definiciones de osteoporosis, pero podemos decir, sin riesgo a equivocarnos, que es una enfermedad, cuyo inicio suele ser asintomático, que priva paulatinamente a los huesos de nuestro esqueleto de su masa ósea, disminuyendo gradualmente su resistencia ósea y aumentando por tanto el riesgo de sufrir fracturas. Su abordaje, en principio, es Preventivo y consistiría en adoptar una dieta equilibrada con aporte de calcio y vitamina D, una exposición moderada al sol, la práctica de ejercicio físico y evitar el alcohol y el tabaco. Pero en ocasiones será necesario un tratamiento farmacológico e incluso ortopédico reparador.
Ignacio Nájera. Gerente de ortopedia Orto-Center. Madrid
La osteoporosis afecta principalmente a las mujeres de raza blanca y asiática y los huesos más afectados son los de la muñeca, la cadera y la parte alta de la columna. El ejercicio físico activa la formación de hueso nuevo (osteogénesis) combatiendo esta afección.
Ignacio Nájera. Gerente de ortopedia Orto-Center. Madrid
Andar una hora todos los días a buen paso es bueno para nuestra salud en general, pero si además lo hacemos al aire libre y en un entorno natural, nos ayudará a prevenir la osteoporosis y a mejorar nuestro estado de ánimo.
Ignacio Nájera. Gerente de ortopedia Orto-Center. Madrid
El organismo de la mujer, es una fascinante máquina preparada por la evolución para unas complejísimas y cruciales funciones biológicas, que en contrapartida, le hacen susceptible de padecer diversas complicaciones y patologías, afectando, una buena parte de ellas, al aparato locomotor.
El cuerpo femenino ha evolucionado de un modo que le hace más resistente en unos aspectos (a las infecciones, al dolor…) pero algo más frágil desde el punto de vista de huesos y articulaciones.
A las complicaciones de origen morfológico y biológico, se le suman condicionantes sociológicos y laborales que vienen a complicar la situación, agravando la desventaja física de partida de nuestras compañeras y consortes.
Las articulaciones son unas sutiles “bisagras” que nos permiten mover nuestros miembros de forma suave, eficiente y silenciosa. Una de las piezas esenciales de nuestras articulaciones son los cartílagos articulares. Los cartílagos, gracias a su elasticidad, soportan y distribuyen las diferentes presiones mecánicas que reciben, impidiendo que se lesionen los huesos.
Por desgracia, estos cartílagos, como todo el tejido vivo, envejece y se va degenerando, originando la llamada artrosis. A medida que se gastan los cartílagos los huesos van chocando entre sí, produciendo dolor, inmovilidad y deformación.
La artrosis es, probablemente, la enfermedad más frecuente de las personas que superan los 40 años. A los 50 ya afecta al 90% de la población y por encima de los 60 la padece casi el 100%. Por tanto la artrosis forma parte del proceso normal de envejecimiento PERO hay factores que la favorecen y la mala noticia es que afecta mucho más a las mujeres, especialmente si hablamos de manos y rodillas. En la gráfica siguiente, tomada del estudio EPISER del Doctor Carmona, vemos que la prevalencia de artrosis de manos es cinco veces mayor en mujeres que en hombres, dos veces y media superior en rodillas y un 50% superior en columna.
¿Por qué la artrosis afecta más a las mujeres? Se ha demostrado que los condrocitos, es decir, las células de los tejidos cartilaginosos de las articulaciones tienen receptores estrogénicos, que les hacen susceptibles de beneficiarse de estas hormonas circulantes en el torrente sanguíneo porque ente otras cosas contribuyen a la reducción del daño en el cartílago así como a su estabilidad. Por tanto se puede decir que los estrógenos son condro protectores y que la menopausia viene a reducir esta protección. Por supuesto que, además de la condición femenina, existen otros factores de riesgo que contribuyen a fomentar el desarrollo de la artrosis, y la buena noticia es que, a diferencia del sexo, algunos de ellos son modificables.
Factores no modificables
Factores modificables
En cualquier caso si tiene alguna duda, debe acudir a su médico de familia o a su traumatologo.
Ignacio Nájera García-Segovia
Gerente de Ortopedia Orto-Center
E
s cierto que hay que tener mucha precaución a la hora de exponerse al sol, sobre todo en verano y en las horas centrales del día, pero unos minutos de luz solar al día son necesarios para activar la vitamina D, esencial para la absorción del calcio por los huesos y evitar la temida osteoporosis y las consiguientes fracturas.
Ignacio Nájera. Gerente de Ortopedia Orto-Center. Madrid
Una vez abordadas en su anterior artículo la definición, incidencia y etiología de la osteoporosis, El Dr. Alvarez Sainz-Ezquerra en esta ocasión acomete, entre otras cuestiones, su clínica y tratamiento desde un punto de vista científico, aunque enormemente didáctico.
Las osteoporosis involutivas podemos clasificarlas en dos grandes grupos:
Aunque existen tantas definiciones de osteoporosis como estudiosos del tema pueda haber, podemos emplear una definición muy ilustrativa que nos ayudará a entender en qué consiste.
Si la hipertensión es la enfermedad “asesina silenciosa”, la osteoporosis es la enfermedad “ladrona silenciosa” que durante decenios roba lentamente masa ósea a los huesos del esqueleto, disminuyendo gradualmente su resistencia ósea y situando al paciente en riesgo aumentado de sufrir fracturas por traumatismos menores. Sigue leyendo
El hueso, como todo organismo vivo se debate en una tensión dinámica entre la creación de hueso nuevo (ósteo génesis) y la destrucción de hueso, que rara vez, se encuentran en equilibrio. Cuando la destrucción de células óseas prevalece sobre la ósteo génesis, el hueso se va ahuecando y volviendo más frágil y quebradizo, apareciendo lo que llamamos osteoporosis.
El hueso tiene su propio ciclo vital. Al nacer es cartilaginoso, va mineralizando durante la niñez hasta que se endurece (se osifica) a los 18 años. Desde esta edad el esqueleto se va “engrosando”, es decir va ganando masa ósea hasta los 33 años, momento en el que se alcanza el denominado “pico de masa ósea”. Desde los 33 años se va perdiendo masa ósea hasta que en la madurez, y sobre todo en las mujeres post-menopaúsicas, (y también en algunos hombres) aparece esta enfermedad.
Las fracturas por osteoporosis suelen afectar a las vértebras, originando diversas deformidades en la espalda, tales como la cifosis (la típica chepa), así como lumbalgias, etc. También afecta mucho al trocánter, que termina rompiéndose. Cuando se dice que la abuela se cayó y se rompió la cadera, lo que suele ocurrir es que se rompió la cadera y por eso se cayó. Por último la muñeca también se suele ver afectada.
Lo mejor que podemos hacer es estimular la formación de hueso durante y después de la juventud, de modo que lleguemos a los 33 años con un buen pico de masa ósea y perdamos la menor cantidad de hueso posible después de esta edad.
Para ello hay que hacer cuatro cosas:
En definitiva. La osteoporosis se puede prevenir y combatir con un estilo de vida sano. Para terminar diremos que existen algunos factores de riesgo, inmodificables:
Ignacio Nájera García-Segovia Gerente de ortopedia, Orto-Center, S.L.
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